viernes, 14 de noviembre de 2008

El "encarnizamiento legislativo del Estado Español"

“En una sociedad en la que poco o nada se habla sobre el proceso de morir, en la que la muerte es un verdadero tabú, el legislador ha aprobado en la última década cerca de treinta normas que abordan este problema. Podría decirse que el legislador, con el fin de evitar el encarnizamiento terapéutico, está provocando un verdadero encarnizamiento legislativo”. (Federico de Montalvo)
Recogemos el artículo de opinión publicado en El día de Ciudad Real

Mientras el paro supera la cifra de 2.800.000, y creciendo – verdadera preocupación de los ciudadanos –, y un grupo “monocolor” de expertos y la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados preparan la ampliación del inexistente “derecho” al aborto, se ha iniciado una campaña mediática a favor de la eutanasia, que sólo preocupa a un minoritario grupo de “progresistas”.
Recientemente la Asociación Federal del Derecho a una Muerte Digna se reunió con el Ministro de Justicia, Fernández Bermejo trasladándole su interés para que se lleve a cabo una regulación legal de la eutanasia. Resulta obsesiva la actitud que en los últimos años tiene el legislador, tanto estatal como autonómico, por regular el proceso de morir. Para el profesor de Derecho Constitucional, Federico de Montalvo. “En una sociedad en la que poco o nada se habla sobre el proceso de morir, en la que la muerte es un verdadero tabú, el legislador ha aprobado en la última década cerca de treinta normas que abordan este problema. Podría decirse que el legislador, con el fin de evitar el encarnizamiento terapéutico, está provocando un verdadero encarnizamiento legislativo”.

Consideramos imprescindible acotar los conceptos, pues estamos ante cuestiones tan decisivas como las concernientes a la vida y la muerte. Por ello, recordamos, con la doctrina más solvente y generalizada, que eutanasia es “la acción u omisión, por parte del médico u otra persona, con intención de provocar la muerte del paciente terminal o altamente dependiente, por compasión y para evitarle todo dolor”. Entre otros conceptos importantes sobre esta materia, tenemos el “ensañamiento terapéutico”, cuando se aplican tratamientos inútiles o, sin son útiles, desproporcionadamente molestos para el resultado que se espera de ellos.

El pasado 27 de octubre un grupo de docentes presentaron la plataforma “Profesores universitarios en Defensa de la Muerte Natural”. Parten de que “la vida del ser humano es inviolable, por su dignidad intrínseca que no puede estar sujeta a gradaciones, ya que es universal, independiente de la situación de edad, salud o autonomía que se posea, y está radicalmente vinculada a los derechos humanos fundamentales”.
De esa dignidad, inherente a toda vida humana, germina el derecho irrenunciable de todos a la vida, siendo deber inexcusable del Estado protegerla y cuidarla, incluso cuando la persona, su titular, parezca no darle valor.
En cumplimiento de este deber, señala la plataforma, “los Estados más responsables reconocen el derecho de toda persona a los cuidados de salud más avanzados, pero, por ello, resulta contradictorio aceptar y promover deliberadamente el acabamiento de la vida de quienes pueden llegar a situaciones de debilidad, dependencia de otros y enfermedad terminal”.
Afirman que la eutanasia, entendida como el acto deliberado de acabar con la vida de una persona, sea a petición propia o por decisión de un tercero, y el suicidio asistido son ética y moralmente reprobables.
Los componentes de la plataforma matizan que “matar o ayudar a matarse” no es lo mismo éticamente que “dejar morir”, cuando no hay terapia y el estado del paciente es irreversible. En ese sentido, suspender un tratamiento calificado como fútil en situaciones carentes de expectativas terapéutica no supone eutanasia, ni activa ni pasiva, siempre que se cuente con el consentimiento informado válido del paciente o de sus representantes legales.
Concluyen afirmando el derecho de los pacientes a una muerte natural, equivalente a una muerte digna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que me parece muy mal la cifra de paro, y eso pasa por el Zapatero y la crisis economica.La gente no tiene trabajo. No hai dinero y no pueden alimentar sus familias